Buscar en la web

En un trabajo sobre buscadores en Internet postulé que la mejor forma de conseguir lo que buscamos en la red es pidiendo la información a quien corresponda. Por ejemplo, si buscamos detalles sobre cómo viven las hormigas, lo mejor es contactar algún foro o sitio especializado en entomología. Esto sucede no solo porque se trata de investigar en donde se produce el conocimiento, sino porque también la gente muchas veces está más que dispuesta a compartir sus conocimientos.

Claro que si se busca información en forma instantánea -que, por otra parte, es un vicio de Internet- el tener que pedirsela a alguien y esperar su respuesta puede ser un proceso que tarde un poco y que puede impacientar a más de uno. Muchos buscadores se han iniciado por este mismo problema, y han intentado buscarle la vuelta a las preguntas. Así, por ejemplo, se sucedieron servicios en los que el usuario debía preguntarle directamente al buscador, como askjeeves o Ask, de Google. Fracasaron en su intento, pero no porque la idea fuera mala, sino porque era de muy difícil implementación: un algoritmo no puede, en definitiva, reemplazar al cerebro humano.

Persevera y…

Los geeks (término sajón para denominar a los fanáticos informáticos) siguen, sin embargo, intentando buscar la respuesta. Debería existir, postulan, un mecanismo, una fórmula matemática, que permita hacer que los buscadores se integren más fácilmente al lenguaje humano -de esto se trata, en definitiva, de lenguajes- para poder comprenderlo con mayor facilidad y presentar resultados apropiados. Este es, ni más ni menos, el objetivo de la web semántica en la que Berners-Lee ha depositado tanta confianza. La estructura sujeto-predicado-objeto es la respuesta que se da desde la W3C, y nuevos lenguajes para aprender: RDF, OWL, etcétera.

Un motor de respuestas

Así define Nova Spivack, un reconocido bloguero norteamericano, a Wolfram Alpha, la novedad que está dando que hablar en la blogosfera por estos días. Se trata de un motor de búsquedas cuyo fuerte es la organización de las respuestas, que surgen a partir del cruzamiento de datos. Es un proyecto liderado por Stephen Wolfram, un distinguido científico y emprendedor, que ha dedicado los últimos años de su vida a un buscador que lleva su nombre y que pretende ser la nueva amenaza a Google. El funcionamiento del buscador no se conoce en detalle, ni hay mucha información al respecto. Se sabe que se lanzará en mayo de este año, y quienes han podido probarlo se han impresionado por los resultados. Destacan, sin embargo, que no se trata de un reemplazo de Google, sino una especie de complemento: su fuerte está en los cálculos, las operaciones computacionales y la búsqueda de datos específicos.

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